La combinación de ese movimiento de pinzas provocó una drástica contracción del
superávit comercial con el exterior de 52,7%, al limitarse a
u$s604 M. Las
exportaciones crecieron 3% y las importaciones 30% frente al año anterior
Daniel Sticco (Infobae.com)
Probablemente por efecto de la tonificación del consumo interno y de la agudización de los controles para asegurar el abastecimiento del mercado doméstico, en un contexto de clara recuperación de la actividad productiva, en el segundo mes del año se verificó un violento freno de las colocaciones de productos en el resto del mundo, al tiempo que se intensificaron los pedidos.
Eso es lo que surge de los datos del intercambio comercial argentino que anunció el Indec, al computar
exportaciones por u$s4.060 millones e importaciones por u$s3.456 millones.El mayor valor exportado con respecto a febrero del año anterior se limitó al efecto precios, pese a la dimámica que mantuvieron los envíos de productos manufacturados por el sector industrial, el todavía peso de la drástica caída de las cosechas y de sus subproductos determinó que las cantidades totales despachadas se estancaran.
En este informe el Indec,
no detalló el desempeño cuantitativo de las operaciones en volumen, pero aclaró que "los rubros que registraron mayores aumentos (en valores absolutos) en las
exportaciones fueron: material de
transporte terrestre, piedras, metales preciosos y sus manufacturas, químicos y conexos, carburantes y mineral de cobre y sus concentrados.
Del lado de las
importaciones el incremento se debió en plenitud a las cantidades, ya que los precios no presentaron variaciones. Los rubros más expansivos fueron
bienes de uso intermedios en el proceso productivo, bienes de capital y sus accesorios y vehículos automotores de pasajeros.
Deterioro del otro gemeloDe este modo,
en el primer bimestre del año la balanza comercial fue superavitaria en u$s1.821 M, pero representó una disminución del 19% con respecto a igual período del año anterior. El total
exportado fue de u$s8.483 M y el importado u$s6.662 M. Se trata de una
alineación del comercio exterior al desempeño de las cuentas públicas, dado que la licuación del superávit se corresponde con la reducción de la capacidad de ahorro que muestran las cuentas de Economía.
Y así como cuando se verifican superávit gemelos se habla de confianza en el país por parte de los agentes económicos, tanto residentes como del resto del mundo, podría decirse que cuando se debilitan, ocurre el fenómeno opuesto.
La respuesta se verificará en los próximos meses, cuando del lado de las exportaciones comenzaría a impactar el efecto de la notable recuperación de la producción de soja, maíz y trigo.Mientras que en lo referente a las
importaciones podrá apreciarse si el impulso de las compras de bienes de consumo, a un ritmo superior al de los bienes de inversión, responde a un efecto transitorio o a la reacción a la política de tipo de cambio fijo, en un contexto de alta inflación que parece sostener la nueva conducción del Banco Central.
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