Desconsuelo de la familia del hombre asesinado en medio de una toma de rehenes

"Estoy hecho pelota. Por más que diga lo que diga, a él no le van a devolver la vida. Ya murió, ya no existe más", dijo el padre de la víctima, que se quebró frente a los medios de prensa

Luego del terrible asesinato de Juliano Martino, el hombre de 33 años que fue asaltado en su casa de Ramos Mejía, tomado como rehén y asesinado de un disparo por la espalda en medio de un tiroteo entre la Policía y los asaltantes que huían, las voces de dolor se hicieron escuchar esta mañana ante la prensa .

El padre de la víctima, quebrado frente a los medios de comunicación, dijo: "Estoy hecho pelota, estoy hecho mierda. Por más que diga lo que diga, a él no le van a devolver la vida, ya murió, ya no existe más ".

Horas después, en diálogo con el programa El Oro y El Moro , que se emite por Radio 10 , volvió a quebrarse y contó que "crié a mi hijo, le di un estudio, se casó, me dio la gran dicha de tener una nieta de 9 meses, pero el país me devolvió un hijo muerto con un balazo tirado en la calle ". "Mirá el día del padre que vamos a pasar", exclamó.

Además, reclamó mantener un encuentro con Cristina Kirchner: "Yo no voy a manifestarme, pero quiero una entrevista con la Presidente porque le di mi voto para que este fuera un país justo".

Por su parte, la madre de Juliano Martino reclamó que "se fijen bien lo que hacen en este país" y observó que a su nieta, de sólo ocho meses, " no le van a devolver más al papá".

Martino fue tomado como rehén anoche, a última hora, en Beruti al 100 de la ciudad de Ramos Mejía, partido bonaerense de La Matanza, oeste del conurbano de la provincia de Buenos Aires. Fue sorprendido cuando llegaba a su casa con su esposa y el bebé de ambos tras una jornada laboral .

Los asaltantes, tres varones y una mujer, irrumpieron en la vivienda, pero a los pocos minutos llegó la Policía al lugar, por lo que tomaron una camioneta de la familia y emprendieron la huida con el hombre como rehén .

Ante esta situación, la Policía comenzó una persecución que terminó cinco cuadras después cuando el vehículo se estrelló contra un poste de luz. Allí, uno de sus miembros se entregó, tras un breve intento por refugiarse en un jardín para resistir. Otro resultó muerto en el tiroteo con los agentes policiales y los otros dos fueron detenidos. En tanto, el rehén apareció muerto a metros del vehículo chocado, con un disparo en la espalda.