El cuerpo debatirá el miércoles el proyecto que el oficialismo espera sancionar a libro cerrado sobre la base del texto aprobado por la Cámara de Diputados
El eje de la reforma que impulsa el Gobierno es la realización de elecciones primarias abiertas, obligatorias y simultáneas en todos los partidos, el segundo domingo de agosto del año electoral correspondiente.
La iniciativa original del Ejecutivo fue modificada en Diputados para recibir el apoyo de partidos aliados y estableció un mínimo del 1,5 por ciento de los votos obtenidos para que los partidos pasen a la elección general y les bajó el piso electoral para conservar la personería del 3 al 2 por ciento del padrón electoral del distrito correspondiente.
El texto sancionado por la Cámara baja fue analizado por tres comisiones del Senado, pero la oposición en su conjunto se retiró del debate cuando el oficialismo no quiso conceder un tiempo adicional de análisis de la propuesta.
La discusión de la propuesta se producirá una vez vencido el período ordinario de sesiones, que por Constitución se extiende hasta el 30 de noviembre, pero que el Ejecutivo extendió hasta el 9 de diciembre para posibilitar que la Cámara de Senadores, que todavía tiene mayoría oficialista, suscriba el proyecto oficial.
La decisión del gobierno de prorrogar el período de sesiones ordinarias en el Congreso tuvo la exclusiva meta de conseguir la sanción de la ley de reforma política, ya que los tiempos parlamentarios no le permitían pasar el filtro del Senado, como lo reconocieron fuentes parlamentarias cercanas al kirchnerismo.
El accionar del oficialismo en el Senado provocaron la respuesta opositora, como la del jefe del bloque de senadores de la UCR, Ernesto Sanz, futuro presidente del Comité Nacional, quien denunció que el "oficialismo tiene muy pocas ganas de hacer funcionar el Congreso" y "tratará de obstaculizar" todas las leyes que impulsen sus adversarios políticos.
Días antes, el senador mendocino encabezó el abandono del plenario de las comisiones en el que se trató el proyecto de reforma política, ante la decisión del oficialismo de acelerar la marcha de la iniciativa, junto integrantes de las bancadas del llamado Grupo Federal, que componen el peronismo disidente y partidos provinciales.
El senador socialista Rubén Giustiniani opinó que la reforma política es "proscriptiva", tiene por finalidad que "el kirchnerismo pueda mantenerse en el poder después del 2011" y sostuvo que "la reforma política debe ser fruto del diálogo y el consenso: tiene que ser un proceso altamente participativo que dote (a la reforma) de un alto nivel de legitimidad y, sobre todo, de sostenibilidad a través del tiempo", dijo.
Con el debate de la reforma política y otros temas que incluirán los senadores como una última instancia para sancionar proyectos de interés regional y provincial, concluirá una etapa en que el Congreso mostró una clara preeminencia del kirchnerismo.
Desde la asunción de Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003, ambas cámaras del Parlamento dieron muestras de una presencia casi abrumadora del oficialismo en los dos cuerpos, con la sola excepción de la resolución 125, de retenciones móviles, el 17 de julio de 2009, el único proyecto oficial que fracasó en el sexenio.
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