El republicano también ha sido llamado héroe y sobreviviente. Pero el título que el senador más quiere es el de presidente de Estados Unidos
Fuente: Reuters
A los 72 años, McCain se convertiría, en caso de ganar, en el presidente de más edad en comenzar su primer período en la Casa Blanca y ha luchado duro para llegar tan cerca de su meta.
En los acalorados últimos días de la campaña antes de la elección del martes, los sondeos de opinión muestran a McCain detrás del demócrata Barack Obama a nivel nacional y en estados alguna vez firmemente republicanos.
Soportó más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam, logró abrirse paso en el Congreso con escaramuzas sobre políticas que a veces generaron desacuerdos con su partido y libró una dura batalla por la nominación republicana en el 2000, que perdió ante George W. Bush, entonces gobernador de Texas.
La campaña de McCain ha tejido su historia a través de un relato de coraje, honor y experiencia para contrastar con Obama, un senador de Illinois de 47 años.
Críticos de McCain resaltan su carácter acechante, un amplio historial de votaciones conservadoras y una marca política dañada por su admitida debilidad en temas económicos y su asociación con Bush, mientras la crisis financiera estadounidense suma malestar a las peleas en Washington y las guerras en Irak y Afganistán.
Hijo y nieto de almirantes de Estados Unidos, McCain se graduó en 1958 siendo el último de su clase e ingresó en la Marina. Hacia 1967, se desempeñaba como piloto a bordo del carguero de aviones USS Forrestal frente a la costa de Vietnam cuando tuvo un roce cercano con la muerte.
Mientras se preparaba para despegar en una ronda de bombardeo sobre el norte de Vietnam, un misil disparado accidentalmente desde otro avión impactó el tanque de combustible de la aeronave de McCain, provocando explosiones y fuego.
McCain se escapó arrastrándose hacia la nariz del avión y buceó hacia la cubierta del barco. El incidente, visto como el peor accidente fuera de combate en la historia naval de Estados Unidos, causó la muerte de 134 hombres y cientos de heridos.
Tres meses después, la vida de McCain cambió para siempre. En una misión de bombardeo sobre Hanoi, un misil impactó su avión, forzándolo a eyectarse. La maniobra lo dejó inconsciente y terminó con sus brazos y una pierna rotos. Cayó en un lago.
Una multitud furiosa lo arrastró fuera del agua, rompió su hombro con la culata de un rifle y lo atacó con una bayoneta. Sus captores lo encarcelaron en el tristemente célebre Hanoi Hilton.
Torturado y en confinamiento solitario durante más de dos de sus cinco años y medio como prisionero de guerra de Vietnam, McCain aprovechó una posibilidad de dejar la cárcel antes que camaradas que habían ingresado antes que él.
El aliento de sus seguidores cambió esa visión y McCain convirtió esos tiempos en Vietnam en una parte importante de su historia de campaña, generando críticas provenientes de personas como el ex presidente Jimmy Carter, que acusó al candidato republicano de explotar su pasado.
La carrera de McCain en el Senado solidificó su reputación como un inconformista. Se enfrentó a sus colegas republicanos sobre inmigración, cambio climático y una campaña de reforma financiera.
Su campaña presidencial ha tenido enormes altos y bajos.
Hace un año casi se desmorona, forzando a McCain a deshacerse de empleados y responder sugerencias de que sus esperanzas hacia la Casa Blanca estaban terminadas.
En los acalorados últimos días de la campaña antes de la elección del martes, los sondeos de opinión muestran a McCain detrás del demócrata Barack Obama a nivel nacional y en estados alguna vez firmemente republicanos.
Soportó más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam, logró abrirse paso en el Congreso con escaramuzas sobre políticas que a veces generaron desacuerdos con su partido y libró una dura batalla por la nominación republicana en el 2000, que perdió ante George W. Bush, entonces gobernador de Texas.
La campaña de McCain ha tejido su historia a través de un relato de coraje, honor y experiencia para contrastar con Obama, un senador de Illinois de 47 años.
Críticos de McCain resaltan su carácter acechante, un amplio historial de votaciones conservadoras y una marca política dañada por su admitida debilidad en temas económicos y su asociación con Bush, mientras la crisis financiera estadounidense suma malestar a las peleas en Washington y las guerras en Irak y Afganistán.
Hijo y nieto de almirantes de Estados Unidos, McCain se graduó en 1958 siendo el último de su clase e ingresó en la Marina. Hacia 1967, se desempeñaba como piloto a bordo del carguero de aviones USS Forrestal frente a la costa de Vietnam cuando tuvo un roce cercano con la muerte.
Mientras se preparaba para despegar en una ronda de bombardeo sobre el norte de Vietnam, un misil disparado accidentalmente desde otro avión impactó el tanque de combustible de la aeronave de McCain, provocando explosiones y fuego.
McCain se escapó arrastrándose hacia la nariz del avión y buceó hacia la cubierta del barco. El incidente, visto como el peor accidente fuera de combate en la historia naval de Estados Unidos, causó la muerte de 134 hombres y cientos de heridos.
Tres meses después, la vida de McCain cambió para siempre. En una misión de bombardeo sobre Hanoi, un misil impactó su avión, forzándolo a eyectarse. La maniobra lo dejó inconsciente y terminó con sus brazos y una pierna rotos. Cayó en un lago.
Una multitud furiosa lo arrastró fuera del agua, rompió su hombro con la culata de un rifle y lo atacó con una bayoneta. Sus captores lo encarcelaron en el tristemente célebre Hanoi Hilton.
Torturado y en confinamiento solitario durante más de dos de sus cinco años y medio como prisionero de guerra de Vietnam, McCain aprovechó una posibilidad de dejar la cárcel antes que camaradas que habían ingresado antes que él.
El aliento de sus seguidores cambió esa visión y McCain convirtió esos tiempos en Vietnam en una parte importante de su historia de campaña, generando críticas provenientes de personas como el ex presidente Jimmy Carter, que acusó al candidato republicano de explotar su pasado.
La carrera de McCain en el Senado solidificó su reputación como un inconformista. Se enfrentó a sus colegas republicanos sobre inmigración, cambio climático y una campaña de reforma financiera.
Su campaña presidencial ha tenido enormes altos y bajos.
Hace un año casi se desmorona, forzando a McCain a deshacerse de empleados y responder sugerencias de que sus esperanzas hacia la Casa Blanca estaban terminadas.
Fuente: Reuters
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