escucho una musica lejana. . .‏

Estoy solo en un camino, transitándolo sin consuelo, mirando el
paisaje, absorto en los colores hermosos que nos da la naturaleza. Camino sin
destino, quizás lo hago para borrar un poco este inmenso dolor que siento dentro
mio.Veo muchos árboles, mucho verde, muchos pájaros, me sumerjo en esto que es
hermoso, sigo caminando. Y de pronto escucho una música lejana, música que me
envuelve y quedo como introducido en una burbuja de música y armonia.Esa música
envuelve mis oídos en un éxtasis difícil de explicar, es una caricia, es un
consejo, es toda una vida, es dulzura, comprensión, ahínco por todo lo hecho, es
amor. Trato de entender sus notas y arpegios, trato de seguir sus compases,
trato de tararear su letra, trato de alcanzarla, de tocarla, de sentirla mas
cerca, pero no llego hasta ella. De pronto en un hueco de esta inmensa espesura
de verde y encanto encuentro una inmensa luz y ahí si me di cuenta que esa
música, esa armonía, era la voz de mi madre que me estaba diciendo adiós. . .